Amor

Wolframio se ha enamorado y está flotando en las nubes (sus niveles de hormonas suben y bajan, como en una montaña rusa). Durante el enamoramiento el cerebro segrega, entre otras, precursores de la dopamina (llamada hormona del placer), pero hay un conjunto de hormonas que interactúan entre sí. Por cierto, que al cabo de un cierto tiempo, las hormonas vuelven a su estado anterior, y por lo tanto si Wolframio sigue enamorado será porque quiere, y no porque las hormonas controlen su comportamiento…
Entre otras cosas, Wolframio ha aprendido algo que le resulta muy chocante: una molécula puede tener actividad, mientras que su imagen especular (prácticamente idéntica) puede no tener absolutamente ningún efecto. ¿Qué raro, no?

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